Ver aves no te permite volar pero te da alas para seguir soñando
Colombia el país de las aves, alberga más de 1.900 especies, un número impresionante que atrae a pajareros de todas partes del mundo. Este paraíso natural no solo enamora a quienes buscan aves exóticas, sino también a aquellos que se cautivan por sus paisajes, su biodiversidad única y sobre todo, la calidez de su gente.
Como observadora de aves obstinada, mi aventura inició en San Agustín - Huila, un importante destino arqueológico y me llevó a la Reserva el Encanto, ubicada en el municipio de Palestina. Lugar entrañable y lleno de vida en donde viven Los Molina, quienes bien podrían haber salido de una película de Disney, como los Madrigal de “Encanto”.
Al llegar a la reserva, me di cuenta que su casa de campo y hermosos jardines superan la ficción de Disney. Los Molina, me recibieron con una sonrisa, una taza de café y el sonido apacible de las aves.
Después de recorrer los senderos de la reserva, probé la famosa y deliciosa lasaña de plátano maduro, aquí no solo las aves se alimentan de este preciado fruto tropical. Mientras disfrutaba de la cena, pude conversar con observadores de aves de diferentes países y regiones de Colombia. Aunque hablábamos en diferentes idiomas y veníamos de mundos diferentes, al final nuestra conversación siempre giraba en torno al amor por las aves y la biodiversidad que nos conecta, más allá de las fronteras.
Quienes conocen el maravilloso mundo del aviturismo, entienden que esta actividad debe realizarse muy temprano. Por lo cual, al día siguiente nos levantamos a las 4:30 a.m. Tomamos una taza de café de árboles silvestres cultivados en el Encanto y luego nos dirigimos en una camioneta 4x4 hacia la reserva la Gralaria ubicada en límites con el Parque Nacional Natural Cueva de los Guacharos.
Esta Reserva cuenta con más de 60 hectáreas de bosque, 310 especies de aves, 7 de ellas son endémicas: Anthocephala berlepshi, Atlapetes fuscoolivaceus,Red bellied grackled ,Magdalena tapaculo, Chestnut woodquil , Tolima dove y Drymophila caudatta.
Luego de recorrer los senderos, respirar aire puro y escuchar el sonido de los pájaros, tuvimos la suerte de ver una familia de perdices: hembra, macho y tres bebés que según nuestro guía, debieron haber nacido el día anterior. No hay mejor recompensa para un avistador de aves que poder ver y fotografiar las aves por las cuales ha recorrido kilómetros.
Al finalizar el recorrido, me tomé un momento a solas para hidratarme, recuperar energías y observar la majestuosidad de las montañas de la cordillera central y occidental, cuando de repente un colibrí hembra, Heliodoxa Leadbeateri se posó sobre mi mano, lo miré y pensé que ese ser tan pequeño, lleno de color y vida sería el ave ideal para tatuarme como regalo de cumpleaños por mis 33 años.
¡Atrévete a viajar al sur occidente de Colombia y déjate maravillar por la naturaleza del Huila y el sin fin de especies de aves que puedes encontrar en sus reservas naturales!
Fotos: cortesía Reserva El Encanto
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